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lunes, 30 de marzo de 2020

5° año A y B. Arte. Prof. Adriana Lozano


Percepción, Arte y Participación
(Autor: Raquel Guido)

Durante el lapso en que vivimos dentro del cálido vientre materno toda modificación -adopta la forma de sonidos, cambios de temperatura, modificación de ritmos, suaves o bruscas presiones, movimientos-  “penetran”, literalmente en el cuerpo del feto y son registradas por el organismo produciendo las adaptaciones necesarias para seguir con la tendencia natural de sobrevivir y evolucionar.
Después de la salida del vientre este tipo de señales sigue siendo nuestra forma de comunicación con el medio.
Recibimos al nacer los primeros estímulos del ambiente que sensaciones placenteras o displacenteras irán  agrupando en amenazantes o protectores, a las que el organismo del bebé, simplemente “reacciona” con movimientos, sonidos y contradicciones tónicas.
El primer diálogo con la madre, aún en el periodo fusional donde la “separación” apenas se va esbozando, es el diálogo tónico. Posteriormente las señales que entran por la vía del cuerpo y sus respuestas, van evolucionando, agrupando las primeras reacciones espontáneas de modo que adquieren el valor de “signo”. De este modo la expresión espontánea del cuerpo del bebé, evoluciona hacia la representación y la comunicación voluntaria, a través de gestos, miradas, sonidos, modificaciones tónicas.
Podemos ver entonces en la percepción la raíz de toda comunicación.
Con posteridad una vez mas avanzada la separación, instaurando el vacio entre el cuerpo del bebé y la madre y comenzado el estadio del espejo donde la imagen del cuerpo del bebé comienza a especializarse y unificarse, evoluciona la capacidad de simbolización dando lugar a la aparición del lenguaje.
El lenguaje verbal, la palabra, que culturalmente se ve priorizada frente a los demás lenguajes o vías de comunicación no pierde, sin embargo, su asiento en el cuerpo.
Por un lado nuestro cuerpo “da sentido” a esas palabras que oímos, leemos o pronunciamos. En su libro “El cuerpo”, el sociólogo francés M. Bernard nos dice que “la palabra “duro” provoca una especie de rigidez en la espalda y el cuello y solo secundariamente se proyecta al campo visual o auditivo para asumir su figura de signo o vocablo”. Nos explica, además, la articulación entre el cuerpo, la naturaleza y la cultura presupone la existencia de un sentido de “unidad”. “Por una parte -dice- entre los cinco sentidos; por otra entre los cinco sentidos y el movimiento, es decir, el sentido kinestésico y, por fin, entre esta sensoriomotricidad y la palabra”.
También es importante observar que el cuerpo y su expresión gestual acompañan, -ya sea confirmado, remarcando o desmintiendo- aquello que decimos con palabras. En este sentido podemos afirmar que el cuerpo confirma o delata lo que decimos.
En esta dirección Bernard nos dice que “para el espectador la palabra asume el gesto y el gesto asume la palabra”.
El arte ha jugado desde siempre con este aspecto de la percepción en su función de comunicación, proponiendo otros lenguajes mas allá del verbal. La pintura, la escultura, la música, el mimo, la danza y el teatro cuentan con los sentidos como aliados principales para crear otros espacios de encuentro quebrando la cotidianidad. La misma poesía abre la palabra convirtiéndola en sensación pura.
Daniel Calmels, cita un episodio comentado por Tudor Vianu en su libro “problemas de la metáfora”, la reflexión de un niño que luego de haber probado por primera vez en su vida un vaso de soda, refiere a su sabor diciendo: “la soda, tiene gusto a pie dormido”. De este modo Calmels subraya el estrecho vínculo entre sensación y metáfora.
“Existe un constante entrecruzamiento entre nuestros sentidos a partir de una experiencia de unidad, en la medida en que cada sensación que recibimos repercute sobre nuestro cuerpo como estar en el mundo; sobre nuestra existencia”, afirma Bernard. De modo que es capacidad del sistema sensorial, -y mas específicamente de la dupla percepción-acción-, asociar sensasiones y establecer complejas conexiones que formarán parte de la construcción del conocimiento sobre el si mismo y sobre el mundo. Por ejemplo entre sensaciones kinestésicas, auditivas y visuales, puestas de manifiesto en la danza a través de la relación música-movimiento. Lo mismo sucede entre las táctiles y visuales que nos permiten tocar con la mirada y crearnos una imagen a través de la información que nos brinda el tacto. Así como entre las gustativas y cenestésicas, como nos muestra el relato de Calmels

1) Leer el texto, buscar en el diccionario las siguientes palabras: evolucionar, estímulos, tono muscular, diálogo, percepción, sensación, simbolizar, kinesis, metáfora; luego  volver a leer.
2) ¿Cómo reacciona un bebé a los primeros estímulos del ambiente? ¿Se produce diálogo?
3) ¿Qué tipo de lenguaje se prioriza culturalmente?
4) ¿El cuerpo confirma o delata lo que decimos?
5) ¿Qué lenguajes artísticos menciona el texto?
3) ¿Qué tipo de sensaciones se manifiestan en la danza?

Los trabajos y dudas mandarlo al siguiente e-mail: pfartee@gmail.com.
Hasta ahora los trabajos son:
_1) “Pina Bausch”
_2) “Percepción, Arte y Participación”